Se hicieron fundidas en moldes de arena, usando como modelo piezas de 8 Reales republicanos y 1 Peso porfirianoProbablemente una de las piezas más rudimentarias y mal hechas de la Revolución Mexicana, sea precisamente la moneda de 1 Peso fabricada en Sinaloa, hacia 1913, quizá por órdenes del general Rafael Buelna. Es una moneda vaciada, es decir, fundida, y seguramente una de las primeras de ese período.José Manuel Sobrino, explica: “Estas monedas se hicieron fabricando moldes de arena y utilizando como modelo monedas de 8 reales del cuño oficial de las troqueladas entre 1898 y 1909. La emisión, muy defectuosa, fue de 25 mil piezas de un peso. Poco después, estas monedas fueron ensayadas y se encontró que tenían un ligero contenido de oro y que pesaban un quinto más que el peso común (32.7 gramos, aproximadamente), por lo cual se procedió a recogerlas y fundirlas. Los pesos que se escaparon de la fundición fueron resellados por el general Juan Carrasco con las iniciales G.C.”. 1 Algunos interpretan estas letras como “General Carrasco”, otros, como “Gobierno Constitucionalista”.
Poco después se hizo una segunda emisión, un poco mejor fundidas, pero irregulares en sus bordes, por lo que tuvieron que limarlas. Alejandro Cortina y Cortina, escribió en el Boletín #167: “Fueron hechas con el metal procedente del mineral de Pánuco. También son conocidas como ‘pesos carrasqueños’, lo que se debe al general Juan Carrasco… Este personaje, a quien apodaban ‘El Calero’, por haber trabajado en unas minas de cal, estaba entonces a las órdenes de Buelna y posteriormente se uniría al carrancismo”. 2
Carlos Gaytán, por su parte, señala: “El señor Wood, en 1928, dio la versión que este tipo de ejemplares había sido manufacturado primero por el General Rafael Buelna en Rosario, Sin. y luego por el General Juan Carrasco en Culiacán, la Capital de ese Estado, en el Otoño de 1913. Pero en una sesión de la Sociedad Numismática de México –mayo de 1968-, un ameritado revolucionario, el ingeniero Juan de Dios Bátiz, iba a sustentar una conferencia que al fin no fue rendida por motivos de última hora, pero corrió la versión de que el mencionado ingeniero Bátiz afirmaba que todas las piezas tipo Sinaloa – Vaciadas habían sido elaboradas en una sola población del Estado –parece que en el Mineral El Refugio-, y que, no habían sido hechas en 1913 sino en Julio de 1914”. 3
Así que ciertamente no sabemos en qué poblado de Sinaloa se hicieron, ni si fue en 1913 ó 1914; pero de lo que no nos queda la menor duda, es que estamos ante las monedas más ilegibles de toda la Revolución Mexicana. En lo personal, son las únicas piezas fundidas de este período, que reconozco como auténticas.
Anverso.- Se logra distinguir el Escudo Nacional tipo de las monedas de 8 Reales o de 1 Peso porfiriano.
Reverso.- Se logra distinguir el gorro frigio resplandeciente, según la pieza que se haya usado de molde, sea de 8 Reales o de 1 Peso.
Fuentes:
1. “La Moneda Mexicana, su historia”, Banco de México, S.A., México, 1972. Pág. 237
2. “Sociedad Numismática de México. Quincuagésimo Aniversario”, México, 2002. Pág. 105
3. “La Revolución Mexicana y sus monedas”, Editorial Diana, México, 1969. Págs. 216-217
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Miguel Angel Villa Roiz