Felipe V comenzó su reinado en el
año 1700 y después de una breve pausa en 1724, cuando abdicó el favor de su
hijo Luis I, a su muerte volvió a tomar el poder hasta su muerte en 1746.
Como ya lo hemos comentado, la
moneda “Columnaria” nació precisamente con este monarca en 1732, desplazando
las rudimentarias piezas “macuquinas”; sin embargo, en los años 1733 y 1734 se
acuñaron unas piezas de “transición”, con características diferentes, antes de
quedarnos de manera definitiva con las monedas redondas cuyo prestigio llegara
a traspasar fronteras y a convertirse hoy día en piezas sumamente cotizadas por
coleccionistas.
José Manuel Sobrino, escribió: “En los años 1733 y 1734 se acuñaron, se
supone que con el sistema de molino, piezas del tipo recortado, de ocho y
cuatro reales, con el troquel de las macuquinas, o sea, en cospeles
poligonales”. 1
Anverso.-
El escudo de armas de Felipe V,
con las iniciales del ensayador “MF” del lado izquierdo, y la ceca “Mo” con la denominación
“8” del izquierdo. En el círculo
exterior el año de acuñación “1733” y la leyenda “Philippvs V Dei G”.
Reverso.-
Al centro una cruz, con dos
leones y dos castillos y la leyenda –casi siempre inconclusa- “Hispaniarvm Et
Indiarvm Rex”.
Fuentes:
1. “La Moneda Mexicana, su historia”, Banco
de México, 1989. Pág. 28
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