Difícilmente alguien se atreve a asegurar, sin temor a equivocarse, si cierta pieza es auténtica ¡o espuria!
El movimiento de Independencia ya había iniciado en México, un mes después, el 20 de octubre de 1810, don José María Morelos fue nombrado por Miguel Hidalgo Comandante del Ejército del Sur, con la encomienda de apoderarse de ciudades como Acapulco. Al mando de casi tres mil hombres, extendió la Revolución a los estados de Guerrero y Oaxaca: la costa del “SUD”.
El movimiento de Independencia ya había iniciado en México, un mes después, el 20 de octubre de 1810, don José María Morelos fue nombrado por Miguel Hidalgo Comandante del Ejército del Sur, con la encomienda de apoderarse de ciudades como Acapulco. Al mando de casi tres mil hombres, extendió la Revolución a los estados de Guerrero y Oaxaca: la costa del “SUD”.
Al escasear la moneda y para poder pagar a sus hombres, emite un bando el 13 de julio de 1911, en el que ordena la acuñación de piezas primero de cobre, en calidad de libranza, como promesa de pago mientras durara la lucha armada, para ser cambiada por moneda legal o metales preciosos al finalizar el movimiento, cosa que nunca llegó a suceder, por cierto. Estas piezas llevan la palabra “SUD” en el anverso y el monograma de Morelos en el reverso. Pareciera que no hay dos piezas iguales de estos cobres, pues hay un sinfín de variedades, tamaños, grosores y diseños. La gran mayoría se distingue fácilmente por el campo emparrado. Más tarde vendría la acuñación en plata.
José Manuel Sobrino, apunta: “Morelos atacó y tomó Oaxaca el 25 de noviembre de 1812 apoderándose de un botín de unos tres millones de pesos. Encontró a esa sazón que la moneda circulante era la provincial que acuñó a principios de 1812 el jefe realista Antonio González Saravia. La gran mayoría de barras de plata que halló en esa ciudad, aumentadas con las que trajo una caravana de mulas, permitió a Morelos reanudar sus acuñaciones, esta vez de plata, tanto del tipo Sud como de una variedad parecida a la provincial de Oaxaca”. 1
La moneda que aquí presentamos, fue vaciada en plata, catalogada como KM # 235; muchas de las monedas SUD de Plata –la gran mayoría- son consideradas como espurias, por lo que es muy difícil encontrarse con una persona que se atreva a asegurarnos si cierto ejemplar es auténtico o ilegítimo. Duncan McConnell, opina: “Es muy difícil saber qué criterio aplicar para reconocer una falsificación cuando la moneda auténtica es fundida y no troquelada. La ley debería estar por arriba de 0.850 para una moneda de plata, pero no es posible determinarla sin dañar la moneda”. 2
Yo, en lo personal, estoy muy contento con la pieza que les presento; así que prefiero vivir con la duda, que morir de la preocupación.
Anverso.- El arco y la flecha apuntando hacia arriba, entre dos especie de alas; la palabra “SUD” con la ornamentación de parra y racimos de uvas.
Reverso.- El monograma de Morelos que contiene las letras “M.O.S”, abreviatura de su apellido aunque no en este orden, sino “S.M.O.”; el valor “8 R.” y la fecha “1812”; en tres renglones y rodeados por la ornamentación de parras.
Morelos emplea las parras de vid, como una forma de protesta contra las autoridades y terratenientes por el monopolio de este cultivo. José Luis Franco C., dice: “Una posible razón para que los insurgentes usaran la vid como símbolo: el hecho, muy notorio, de los cultivos que de esta planta emprendió el cura Hidalgo -en cierto modo como reto a los colonizadores- junto con otros cultivos y artesanías que estaban prohibidos a los habitantes de América, pues por su gran lucratividad, la corona los había declarado monopolio de España”. 3
El arco y la flecha, un arma a final de cuentas, representa la lucha del pueblo de México en el camino hacia su Independencia.
Falsa |
Fuentes:
1. “La Moneda Mexicana, Su Historia”, Banco de México, S.A., México, 1972. Págs. 69-70
2. “Boletín No. 80”, Sociedad Numismática de México, A.C., México, 1973. Pág. 97
3. “Boletín No. 76”, Sociedad Numismática de México, A.C., México, 1972. Pág. 282
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