¡EL QUINTO PERDIDO!
En México se da el nombre de “quinto” a las monedas de 5
Centavos. Seguramente el nombre
proviene del lugar cinco de una serie ordenada, y nada tiene que ver con la
quinta parte de un todo, es decir, cinco partes iguales; y menos con el “quinto
real” que se pagaba al monarca en tiempos del virreinato.
La palabra “quinto” tiene muchas acepciones… pero para
nosotros, en el mundo numismático, siempre será relacionada con las monedas de
5 centavos.
El primer “quinto” que tuvimos fue en 1863 de la ceca San
Luis Potosí, seguido de los “quintos” del Segundo Imperio Mexicano y los “quintos”
republicanos… los últimos, la última serie y por cierto de circulación actual,
fue acuñada de 1992 al año 2002.
Los años, de 1999, 2000 y 2002 son bastante difíciles de
conseguir, son el “dolor de cabeza” de muchos coleccionistas y bien puede
considerarse alguno de ellos como ¡el quinto perdido! ¿Por qué..?
Por increíble que parezca, mucha gente arroja estas monedas
al piso o las deja en el olvido en algún rincón, por lo poco prácticas que son
actualmente en cualquier transacción.
Era común encontrarlas en la calle y la gente no se molestaba siquiera
en levantarlas ¡ni por buena suerte!, dicen.
Los comerciantes no las quieren… y si uno trata de cambiarlas en el
banco, tendrá que enfrentarse a la molestia del cajero por contar tantas
moneditas… Y ni se te ocurra darle algunas a la “gente en situación de calle”,
porque ¡te las van a aventar en la cara!
Así que su uso se fue perdiendo, esto aunado a que en 1999
(9,949,000) y 2000 (10,871,000) se disminuyó considerablemente su acuñación, y
en 2002 (14,901,000), al ser el último año, también se redujo bastante el
número de piezas. 1
Esta es mi historia:
Cuando me di a la tarea de juntar esta serie, guarde y revisé
todos los cambios y bolsillos de cuanta gente me topaba en el camino. No tuve problema con ocho de las fechas, fue
relativamente fácil juntarlas, pero ni 1999, ni 2000, ni 2002 aparecían por
ninguna parte. Como si no existieran.
Entonces me encapriché más: fui al banco de la esquina y ante
el asombro del gerente, solicité cambiar –tuvo que ser por encargo, desde
luego- $1,000.00 en monedas de 5 Centavos.
Tendría yo ¡20 mil quintos que revisar!
¡Seguro en estos costales tendría que aparecer las tres fechas que me
faltaban!
Mi inspección duró varios días, muchos de ellos con dolor de
cabeza y ojos irritados… ¿El resultado?
¡Ninguna de las fechas que yo buscaba!
¡Increíble!
Pero mi suerte cambió un día…
Al caminar por las calles del centro histórico de la ciudad de México,
en el piso deslumbraba el brillo de una monedita, me acerqué a levantarla y
¡sorpresa! era año 2000, muy deteriorada, pero con todo cuidado la coloqué en
su cartoncillo y la agregué a la serie.
Sólo me faltaban dos…
Meses más tarde, navegando por Internet me encontré un
comerciante que pedía $100.00 por la fechada en 1999; terminé por
comprarla. Luego, la última de la serie,
la 2002, solo la pude obtener como parte del set de Banco de México.
Toda una historia para lograr completar la serie, pero así es
la numismática. La satisfacción de
haberlo logrado, al final, es más grande.
La pieza es de acero inoxidable, su módulo es de 15.5
milímetros y pesa 1.5 gramos.
Anverso.-
El Escudo Nacional con el águila de perfil hacia la izquierda
y la leyenda “Estados Unidos Mexicanos”.
Reverso.-
Al centro el valor “5” seguido del signo de centavos; sobre
éste, la ceca “Mo”. Arriba del número
el año de acuñación. A la izquierda, en
semicírculo, unas grecas basadas en el Calendario Azteca.
Fuentes:
1. “North American
Coins & Prices”, Krause Publications, USA.
3 comentarios:
Hola tengo dos monedas del 2002 me interesa intercambio por la de 1999 y la de 2000.
mi correo es gmavelar@gmail.com
Ciudad de México
¡WOW! Qué historia más interesante señor. No sabía de la escases de esas piezas, lo felicito por su colección. Si es verdad: las monedas de 5 centavos som muy difíciles de encontrar, y más de las fechas que menciona, de hecho ya no te las dan de cambio.
Saludos y voy a comentar unas dudas muy importantes acerca de unas piezas de mi colección.
Yo ni tantito puedo considerarme numismatico, sino un simple coleccionista apasionado de las monedas de México. A trevés de la lectura de este increible blog he aprendido cosas que me han dejado un excelente sabor de boca como esta historia, que me motiva a mi a seguir con este hobbie adictivo que espero algun dia mis hijos puedan continuar. Gracias por tanta y tan buena informacion. Y veo que alguien se interesa en intercambios, yo me apunto. mi mail es robininfinitum@gmail.com.
Saludos y Gracias Infinitas por este blog.
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