Cuentan que si una persona era sorprendida con esta moneda… ¡era
fusilada, sin más averiguación!
Probablemente esta moneda sea la
más popular de la Revolución Mexicana, pero sin duda alguna, es la más famosa
del villismo; su fama ha traspasado fronteras principalmente por su tema
central y momento histórico, pues en lugar de exaltar la figura de un personaje
–como normalmente ocurre- desea su muerte, la de Victoriano Huerta.
Hay que recordar que Francisco
Villa, en 1912, había sido prisionero por Victoriano Huerta: el episodio de una
yegua “robada” detonó el mejor pretexto para ordenar que fuera fusilado; sin
embargo, esto no se llevó a cabo gracias a la intervención de Gustavo Adolfo
Madero, hermano del Presidente Francisco I. Madero; pero de ahí se desprendió
una rivalidad muy grande entre Villa y Huerta.
De tal suerte que, en 1914, en la
ciudad de Cuencamé, Durango, dos de los generales de mayor confianza de Pancho
Villa ordenaron la acuñación de estas monedas de 1 Peso, ellos fueron Calixto
Contreras y Severino Ceniceros.
Carlos Abel Amaya Guerra,
escribió: “Severino Ceniceros nació en
Cuencamé en 1880. Recibió la
educación primaria en su estado natal llegando a trabajar como juez local. Se inició en el movimiento
Revolucionario desde 1910 con la Revolución Maderista, en Cuencamé, al
levantarse en armas junto a Calixto Contreras; después combatió a Victoriano
Huerta dentro del Ejército Constitucionalista, pero luego decidió pasarse al
villismo. Participó en la Convención
de Aguascalientes…” 1
La leyenda era fuerte: “Muera
Huerta”; desde luego, Pancho Villa hizo enojar al entonces presidente. La furia de Victoriano Huerta fue
tal, que dicen ordenó la pena de muerte inmediata para cualquier persona que
fuera sorprendida en posesión de esta moneda, sin mayor averiguación o juicio.
Rogelio Chárteris Reyes, apunta: “Lo que es un hecho es que dicho anatema
logró que la popularidad de la pieza se magnificara en el campo del
coleccionismo. Entiendo que no se
conoce en el mundo o por lo menos el caso no ha sido común, de una moneda que incorporase
una leyenda de esa naturaleza.
En México sólo se conoce otro ejemplo, seguramente copiado del anterior:
el peso 1935 ‘Muera Calles / Muera Garrido Canabal’.” 2
Pero regresando al tema y
respecto al uso de esta moneda…
Algunas tropas villistas recibían su pago con estas monedas de plata, ya
que el metal generaba mayor confianza entre ellos y desde luego, esto se traducía
en la lealtad de sus generales.
Esta es la descripción de la
pieza.
Anverso.-
El Gorro Frigio resplandeciente y
la leyenda “Estados Unidos Mexicanos. 1914. Un Peso. 1914”.
Reverso.-
El águila de frente postrada
sobre un nopal volteada a la derecha, con una serpiente en el pico. En el
semicírculo superior el texto “Ejército Constitucionalista” y, en el inferior,
“Muera Huerta”.
Existen variedades en esta
moneda.
El antecedente de estas piezas
fueron otras de la misma denominación, pero conocidas como “seis estrellas” (en
cobre y en plata): tres de cada lado que flanquean la denominación “Un Peso”. Estas monedas son sumamente
escasas.
Los expertos en el tema catalogan
monedas de 20 Pesos en plata y oro con la misma leyenda: “Muera Huerta”.
Es importante considerar que las
monedas “Muera Huerta”, lamentablemente son muy falsificadas, por lo que es
importante observar bien las roturas de troquel características sobre todo en
el reverso, además de otros detalles que el ojo se acostumbra a detectar una
vez que se han visto muchas piezas originales, como la troquelación,
comportamiento del metal, canto, etc.
Fuentes:
1. “Compendio
de la Moneda de la Revolución Mexicana”, Primera Edición; Monterrey,
México. Pág. 88
2. “La Moneda
Independencia y Revolución”, Banco de México, México, 2009. Pág. 239